Cuanto más se acerca el ser humano a la extinción eterna, con mayor claridad ve al animal que lo saluda en el espejo al enfrentarse a un nuevo día. No encuentra consuelo en la mirada afligida de un ser de luto. Ve el ambiente hechizado, es el fin del mundo, piensa. Aquí acaba abruptamente el largo viaje de la evolución.
Lector, ¿te has subido en un avión alguna vez en tu vida?, al asomarte por la ventanilla miras hacia abajo, miras la Tierra. Has estado sentado en el cielo mirando al planeta con todas sus ciudades y carreteras, montañas y campos. Vuelas por encima de las nubes como si te encontraras a medio camino entre el cielo y la tierra.
Cuando llegamos al mundo recibimos un mundo entero de regalo, pero no somos solamente nosotros los que llegamos al mundo, también se puede decir que el mundo llega a nosotros, y no lector, no es lo mismo, a mi me parece que soy dueña de un mundo entero, de alguna manera es así…no solamente este santuario, también soy dueña del sol y de la luna, y de todas las estrellas del cielo. Porque lo he visto todo. Nadie me puede quitar esto, será para siempre mi mundo.
El planeta no para de dar vueltas lector, yo no noto cuando el mundo se mueve, imagínate si lo sintieras. La Tierra da vueltas para que todos los seres humanos puedan mirar al universo en todas las direcciones del cielo. De esa manera vemos casi todas las estrellas y todo lo que hay allí afuera, estemos donde estemos. Da igual que vivamos en China o en Egipto, ninguna franja del universo debe permanecernos oculta. Sería muy injusto que sólo la mitad de la humanidad pudiera sentir los rayos solares en el rostro, o que, por ejemplo, la mitad de los habitantes de la Tierra jamás viera ni siquiera una media luna. Tanto el sol como la luna pertenecen a todos los seres humanos de la Tierra.
Me encuentro un poco molesta, no me cuadra que el mundo no pueda estar hecho de diferente manera. Estoy segura que te ha sucedido también a ti lector, muchas veces has intentado dibujar algo muy bonito y luego te ha salido algo diferente a lo que habías imaginado. Eso ocurre casi siempre, pero precisamente eso es lo que lo hace tan interesante…el no saber exactamente qué va a ser. La obra de la creación y la celestial constituyen un misterio tan grande que nadie consigue captarlo, pero hay algo en el espacio celestial que no cuadra, algo ha fallado en el gran dibujo.
Vemos todo por un espejo y oscuramente. Algunas veces podemos mirar a través del espejo y vislumbrar algo de lo que hay al otro lado. Si puliéramos del todo el espejo, veríamos mucho más, pero entonces dejaríamos de vernos a nosotros mismos. Es un pensamiento muy profundo, lo sé, y más a fondo no se llega en los huesos y en la carne. Porque el hueso y la carne son un lago de poca profundidad, constantemente se ve la arena en el fondo. Como sabes lector, el hueso y la carne no son más que tierra y agua. Pero además contiene algo de espíritu, por eso dentro de nosotros hay algo que es energía.
Todas las estrellas se caen algún día lector, pero una estrella no es más que una chispa de la gran hoguera celestial….Odín tenía un cuervo en cada hombro, y todas las mañanas volaban por el mundo para ver cómo estaba todo. Luego volvían y le contaban a Odín lo que habían visto pero, de alguna manera era Odín el que volaba a la vez que estaba tranquilamente sentado en su trono, volaba por el mundo sobre las alas de los cuervos. Me hubiera gustado tener dos cuervos así, o al menos ser uno de ellos…
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