jueves, 8 de julio de 2010

El Alma

Llevamos y somos llevados por un alma a la que no conocemos. Cuando el enigma se yergue sobre dos patas sin haberse solucionado, es cuando nos toca el turno a nosotros. Cuando las imágenes soñadas se pellizcan el brazo sin despertarse, somos nosotros. Porque somos el enigma que nadie sabe resolver. Somos el cuento encerrado en su propia imagen. Somos los que andamos sin cesar y nunca llegamos a la claridad.
Es muy curioso observar a una persona mientras duerme, la verdad yo no entiendo lo de dormir. ¿Lo entiendes tú? Seguro no habrás notado lo que ocurre dentro de tu cabeza justo en el momento de dormirte, simplemente te duermes. La verdad querido lector, no sé cómo nos atrevemos a dormir, porque no sabemos si vamos a despertar de nuevo. En el momento de dormirnos no estamos despiertos, es decir, estamos en la frontera. Por eso nadie sabe exactamente cómo es dormirse. Es incomprensible porque dentro de la cabeza debe de ocurrir una pequeña revolución, pero cuando ha ocurrido, ya nos hemos dormido. Es decir, no es posible pensar ‘’acabo de dormirme’’, porque ya es demasiado tarde para pensar. La cabeza es como una especie de máquina que de repente se apaga a si misma, pero, cuando se ha apagado y ya no tiene corriente eléctrica, ¿Cómo logra volver a encenderse unas horas más tarde?
Me hago unas preguntas muy difíciles de responder, lo sé, probablemente tu respuesta seria ‘’simplemente nos dormimos y luego volvemos a despertar unas horas más tarde’’ yo creo que estamos hablando del misterio más grande de todo el universo pero no solo pienso en lo que tiene que ver con el dormir…
Hemos sido creados compuestos por átomos y moléculas en un pequeño planeta del universo. Tenemos piel, pelo y cinco sentidos que hacen que seamos capaces de captar y vivir en el mundo que nos rodea. Pero dentro de este cráneo también tenemos un cerebro blando que nos da la capacidad de dormir, soñar, pensar y recordar.
Señores, tenemos que hablar del alma. Tal vez se encuentre también dentro del cuerpo, pero no forma parte de él de la misma manera que el corazón o los riñones. Lo mas enigmático de todo es eso que llamamos ‘’memoria’’. Por ejemplo, somos capaces de reconocer a alguien que hemos visto una vez hace muchísimo tiempo.
¿Qué se siente dentro de la cabeza al ‘’recordar’’ algo? ¿Qué pasa en ese momento con todos los átomos y moléculas del cerebro? ¿Crees que de repente y de un salto vuelven a colocarse exactamente como estaban en el momento en que sucedió lo que estás recordando? Apuesto a que nunca habías pensado en ello. ¿Crees que las piedras de una playa recuerdan cómo era esa misma playa dos minutos antes? Supongo que no, es que no hay nada que se olvide más rápidamente que el cómo estaban colocadas las piedras en la playa, además las piedras no son capaces de recordar nada de nada, pero los átomos y las moléculas de tu cabeza saben ‘’recordar’’ cómo era todo hace muchos años. Incluso cuando después han entrado un montón de nuevos pensamientos y recuerdos. Un pensamiento o un recuerdo es algo así como un determinado dibujo de piedrecitas en la playa de la conciencia, ¿no?
Muchas veces decimos que nos sabemos algo de memoria, puede ser un libro o algo que hayamos estudiado para algún examen, cualquier cosa, pero precisamente eso de saber algo ‘’de memoria’’ es bastante interesante, ya que forma parte del gran misterio del que estamos hablando. ¿Has pensando que el cerebro del ser humano es la sustancia más enigmática que hay en todo el universo? Supongo que hasta ahora no lo habías pensado…Todos los átomos de que está compuesto tu cerebro fueron en su momento cosidos en una estrella. Pero luego se entremezclaron misteriosamente, hasta convertirse en eso que llamamos ‘’conciencia’’. Es decir el alma del ser humano pasa oscilando por un cerebro tejido por un polvo muy fino que en su momento, cayó de las estrellas del cielo. Los pensamientos y los sentimientos de los seres humanos tocan y retocan ese fino polvo estelar en el que todos los hilos nerviosos pueden componerse de maneras siempre nuevas…
Imagino que tiene que ser una extraña sensación ser un cerebro vivo en el universo. Es como un pequeño universo propio dentro de un gran universo de fuera. Porque hay tantos átomos y moléculas en tu cerebro como estrellas y planetas en el universo, y quizá haya tanta distancia hasta tus pensamientos más íntimos, como la que hay hasta las estrellas más lejanas del universo. La única diferencia es que el cerebro es consciente de su propio ser. Puede evaluar constantemente su propia actividad. No ocurre así con el universo que lo rodea. El universo no puede decir por si mismo ‘’Yo soy yo’’. Para eso necesita la ayuda de los seres humanos.
Supongo que estás de acuerdo con que eso es una diferencia importante, ahora otro punto para explicar sería el de olvidar. ¿Cuántas veces no decimos se me había olvidado o lo olvidé? Tengo la seguridad de que si te preguntara cómo es olvidar me dirías que el pensamiento ‘’simplemente desaparece’’ pero, puede que vuelva a aparecer, yo opino que nunca debemos lamentar un pensamiento que se escapa…es como ir de pesca y el pez se sale del anzuelo entonces regresa al fondo del mar y reaparecerá más gordo.
Lector, hemos sido testigos de un gran misterio muchísimas veces y sin darnos cuenta. Infinidades de veces hemos preguntado algo a alguien y la respuesta es que lo han olvidado, que el pensamiento había desaparecido pero, cuando no lo recordaban, ¿Dónde estaba? Sé que resulta curioso, algunas veces las cosas simplemente se nos ocurren, entonces yo me pregunto ¿De dónde llegan exactamente esas ocurrencias? Puede que me digas que ‘’de la cabeza’’ y si preguntara dónde ocurren seguramente reirías y me dirías ‘’en la cabeza’’ será de cabeza a cabeza, pues jajaja. Aunque en realidad querido lector, tú y yo estamos hablando de una misma cabeza, pero no es solo lo que vemos y oímos lo que recordamos y olvidamos, para luego volver a recordar. El cerebro también actúa por su cuenta. Es a eso a lo que llamamos ‘’pensar’’. Es como si todas las piedrecitas de una gran playa empezaran a moverse solas sin ayuda de las olas. Intenta imaginártelo, imagínate que de repente empezaran a dar saltos en todas las direcciones.
También algo que has pensado puede quedarse a un lado por un rato, para luego ser recobrado en la conciencia. Es como si dieras marcha atrás a esa cinta de video que es la conciencia, para volver a pensar otra vez el mismo pensamiento. Hay gente que cree que repetimos muchos viejos pensamientos que en realidad deberían haberse agotado hace ya tiempo. Yo diría más bien que un viejo pensamiento vuelve a surgir por su cuenta. No siempre podemos decidir lo que vamos a recordar y lo que vamos a olvidar. A veces pensamos en cosas en las que no queremos pensar, otras veces decimos o hacemos cosas que en realidad no habíamos pensado. Puede resultar muy desagradable.
Considero que no tenemos sólo un alma. De alguna manera, tenemos dos, o quizá muchas más. ¿Cómo, si no, explicas que pensamos cosas que en realidad no queremos pensar? Esos pensamientos no deseados tienen que estar dirigidos por algo que no sea nuestra conciencia. Es más o menos como un teatro en el que no tenemos la menor idea de qué obra se va a representar la próxima vez. Lo que quiero decir es algo así como que el alma es el teatro y que los actores sobre el escenario son los diferentes pensamientos que surgen incesantemente actuando en los distintos papeles. Lo que es cierto es que tiene que haber muchos salones en el teatro de la conciencia y muchos escenarios también.
Muchas personas me han preguntado ‘’¿Puedes intentar describir qué sientes en tu cabeza cuando piensas en algo?’’ ‘’¿No sientes como un cosquilleo cuando tienes pensamientos divertidos?’’ ‘’¿Y no te duele a veces cuando piensas en algo amargo y triste?’' Efectivamente de alguna manera sentimos como un cosquilleo cuando pensamos algo divertido, y tal vez sintamos escozor al pensar en algo triste. Pero no se siente dentro de la cabeza, sino en el alma, y el alma no es exactamente lo mismo que la cabeza.
Nosotros los seres humanos, intentamos comprender cada vez más. De repente, entendemos algo nuevo. A los más astutos se les da el premio Nobel por esos descubrimientos, si son importantes para toda la humanidad. Es más o menos como cuando el cuerpo crece. De la misma manera, crece también nuestra comprensión. Ahora digo, también hay cosas que olvidamos entonces tal vez sea como dar dos pasos hacia delante y uno hacia atrás, pero aunque nos olvidemos de algunas cosas no significa necesariamente que desaparezcan del todo, pueden volver a aparecer de repente.
Me podrías decir querido lector, ¿Qué sientes al soñar? Soñar es una manera de pensar…o una manera de mirar. O quizá ambas cosas a la vez. Pero, cuando soñamos, no decimos lo que pensamos o vemos. Cuando soñamos, nuestra cabeza piensa por su cuenta. Entonces es cuando se puede hablar de un verdadero teatro. A veces, al despertarme. Recuerdo que he soñado una obra de teatro entera, o una película que yo hago, porque soy yo quien desempeña todos los papeles. Tal vez podríamos decir que las células del cerebro se proyectan películas unas a otras. Al mismo tiempo, la película está sentada detrás en la sala, viéndose a sí misma en la pantalla. Porque cuando soñamos, somos actores y público a la vez. ¿No es misterioso?
A mí todo esto me resulta un poco terrible. Puede resultar muy divertido, pero muy terrible también, porque no siempre tenemos sueños divertidos, algunas veces son feos y asquerosos…Naturalmente es una pena que nos tengamos que torturar de esa manera. Lo ideal sería que tuviéramos la posibilidad de acabar con los sueños que no nos gusten. Debería haber una salida de emergencia en la sala de cine. Pero resulta completamente imposible, precisamente porque nuestra propia alma es la sala de cine, y la que decide el repertorio, además. Porque no podemos huir de nuestra propia alma.
No quiero que sea así. Pero no puedo decidir solo tener los sueños divertidos. Tengo que aceptar lo que venga. Tras una larga noche, despierto a veces pensando que he estado en el concierto de mi banda favorita. Y, de alguna manera, sí he estado, porque cuando sueño creo que estoy donde está teniendo lugar el sueño. Todo puede ocurrir en el sueño. Ni siquiera necesito dormir, a veces hago volar los pensamientos cuando estoy despierta. Puedo vagar por este santuario o por países lejanos.
En nuestra cabeza podemos hacer todo lo que saben hacer los seres sobrenaturales (ángeles, fantasmas, etc.) con todo el cuerpo. Cuando soñamos podemos hacer dentro de nuestras cabezas exactamente lo mismo que hacen ellos como volar o atravesar puertas. En nuestra mente nada puede hacernos daño. Entonces somos iguales de invulnerables que ellos. Todo lo que vivimos en el sueño es pura y simple conciencia y no utilizamos cinco sentidos del cuerpo y entonces tal vez nuestra alma sea inmortal como los seres sobrenaturales. Toda la creación es un espejo, lector, todo el mundo es un enigma...
En el globo del ojo colisionan visión, precepción, creación y reflexión. Las esferas oculares son una mágica puerta giratoria en donde el espíritu creador se encuentra a sí mismo en el creado. El ojo que mira el universo es el ojo del propio universo.

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